El 16 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Cardiología Intervencionista, una fecha proclamada por la ONU con el objetivo de mejorar la salud de las personas y aumentar la esperanza de vida en el mundo.
Las enfermedades no transmisibles, como las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares, el cáncer, la diabetes y las neumopatías crónicas ocasionan casi el 70 % de todas las muertes del mundo, y cada vez son más frecuentes.
Estas enfermedades suponen un grave riesgo para la salud y una carga para las sociedades y por ello se quiere promover la cardiología como una rama de la medicina que aumenta la esperanza de vida y mejora la salud de las personas.
La cardiología intervencionista una subespecialización que realiza procedimientos mínimamente invasivos, lo que significa que no requieren de heridas extensas para realizar los procedimientos, por lo que se ayudan por medio de instrumental pequeño para que las incisiones o cortes sean milimétricos.
Las principales enfermedades que trata son:
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Enfermedad coronaria
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Enfermedad de las válvulas cardiaca
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Enfermedad en otras estructuras del corazón
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Cardiomiopatia hipertrófica
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Hipertensión
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Defectos de corazón de nacimiento o congénitos